El destacado psicólogo J. P. Guilford hizo referencia a la comparación entre el pensamiento convergente y el divergente. El pensamiento convergente se refiere al pensamiento lineal, lógico y de respuestas únicas. El pensamiento divergente requiere respuestas múltiples en vez de respuestas únicas de blanco o negro, innovación concreta más que conceptos abstractos e ideas originales o inusuales.
A Bono se le atribuye el término pensamiento lateral, al que comparó con el pensamiento vertical. El pensamiento vertical es más o menos equivalente al pensamiento convergente de Guilford; el pensamiento lateral corresponde al pensamiento no lineal, divergente, el pensamiento lateral es el que se utiliza en un esfuerzo deliberado por hacer mejor las cosas y buscar esquemas diferentes de los conocidos. Este pensamiento está estrechamente relacionado con el desafío, la creatividad y el azar, desafía los modelos preestablecidos, busca reestructurar modelos anteriores y producir nuevos modelos que se aparten de los existentes.
A Bono se le atribuye el término pensamiento lateral, al que comparó con el pensamiento vertical. El pensamiento vertical es más o menos equivalente al pensamiento convergente de Guilford; el pensamiento lateral corresponde al pensamiento no lineal, divergente, el pensamiento lateral es el que se utiliza en un esfuerzo deliberado por hacer mejor las cosas y buscar esquemas diferentes de los conocidos. Este pensamiento está estrechamente relacionado con el desafío, la creatividad y el azar, desafía los modelos preestablecidos, busca reestructurar modelos anteriores y producir nuevos modelos que se aparten de los existentes.
El siguiente link conduce al libro Seis sombreros para pensar de Edward Bono:
http://ciam.ucol.mx/directorios/5443/Todos/Edward%20de%20Bono%20%206%20sombreros%20para%20pensar.pdf
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